¿Cómo seguir opositando cuando tu nombre no aparece en la lista?

La incertidumbre siempre forma parte de la vida del opositor. Pero, en ocasiones, se vuelve insoportable. Sobre todo cuando esperamos las notas entre los exámenes del proceso. Me arriesgo a decir que la mente tortura hasta un límite insospechado: ¿me salió tan bien como pienso? ¿Me he equivocado al leer el enunciado de alguna pregunta? ¿Cómo le habrá salido al resto? ¿Será suficiente?

Que se lo pregunten a nuestros compañeros los futuros técnicos  de hacienda. La mañana de las notas es desesperante. Se leen los rumores de la previsión de las mismas y ese día vives exclusivamente por y para refrescar la página web en la que van a ser colgadas. Y cuando por fin se publican, los opositores vivimos dos realidades muy diferentes.

Aquellos que ven sus nombres en la lista se sienten abrumados por una sensación de felicidad extrema combinada por una ansiedad creciente por la proximidad de la siguiente fase de examen.

Aprovechamos a felicitar a todos aquellos compañeros que han logrado superar las preguntas cortas de la convocatoria de Técnico de Hacienda de 2020 y ánimo con la lectura del tema. Estáis a un paso muy pequeño de conseguir lo que merecéis y no podemos estar más orgullosos de vosotros.

Ahora bien, aquellos que no habéis visto vuestros nombres en la lista, recordad que la nota de un examen no marca bajo ningún concepto vuestro destino. Pueden influir muchos aspectos por un mal resultado, alguno puede depender de vosotros pero muchos otros no. Por ello, responsabilicémonos de lo que debemos pero no de todo. Sé que ahora os sentís mal: rabia, impotencia, el “si hubiera hecho esto u esto otro”, un sentimiento de profunda decepción hacia vosotros mismos…

Todos lo hemos sentido. Y, de la misma forma, todos lo hemos gestionado y superado. Porque, en un futuro, cuando tengas tu plaza, no importará cuantas veces hayas caído previamente si has sido capaz de levantarte. Si este segundo caso es el vuestro os recomiendo leer los siguientes puntos:

  • REESTRUCTURAR VUESTROS PENSAMIENTOS: Nadie dijo que la oposición fuera un camino sencillo. Será, probablemente, la prueba más dura a la que os enfrentéis en toda vuestra vida y poco tiene que ver con los exámenes de universidad. Por lo que el sentimiento de no pasar una prueba no puede ser el mismo que cuando se suspendía. En este caso, debéis daros unos días para superar lo que “ pudo ser” y no “ fue” y seguir adelante. De nada sirve lanzaros mensajes como: soy lo peor, ha sido mi culpa, ya no me presento más, lo voy a dejar no lo voy a conseguir nunca, es imposible…Tenéis que relativizar. No haber superado “x” prueba un año, no impide hacerlo en unos meses cuando estés en mejores condiciones. 
  •   NO OS VICTIMICÉIS: Os lo digo por experiencia, quedarse en la actitud victimista sólo hace que pierdas meses de estudio para la siguiente convocatoria, que seguro que es la vuestra. Ya conocéis el proceso, sabéis qué ha podido fallar y tenéis muchos días por delante para terminar de perfeccionar el temario que habéis estudiado y repasado de principio a fin. Con algo con los que no contabais en la anterior convocatoria: seguridad de conoceros en proceso y dar la mejor versión de vosotros.
  • DAROS TIEMPO: No es bueno ni la actitud anterior ni tampoco la contraria. La actitud de estudiar hasta la extenuación para “compensar” los resultados anteriores. La frustración por un mal resultado en ningún caso puede ser omitida por mala, hay que pasarla para evitar que se quede dentro. Si necesitáis tomaros unos días, hacerlo, es mejor retroceder un paso para tomar impulso y dar dos seguidos que intentar aprovechar días en los que no tenemos la mente preparada y en condiciones para enfrentarnos a un proceso.
  • HACER BALANCE: posiblemente algo ha fallado, pero no os preocupéis, tenéis tiempo para mejorarlo para que no os vuelva a pasar. La resiliencia y fuerza del opositor realmente se demuestra en este caso y vosotros la tenéis, no habríais llegado tan lejos si no fuera así.  Tenéis que evaluaros a vosotros mismos: el rendimiento, los fallos, las soluciones a los mismos, lo que veis que necesitáis de vuestros preparadores y pedírselo para que ellos sean conscientes, la organización, la ansiedad que habéis padecido y que os han impedido dar la mejor versión de vosotros mismos.

Aquí os dejamos alguno de los aspectos que podemos ir implementando para evitar, con todos los medios de los que disponemos, que volvamos a sentirnos así:

  • Mejorar la organización.
  • Incluir descansos en el plan diario, semanal y mensual.
  • Realizar más simulacros para que la REPETICIÓN sea nuestro aliado.
  • Estudiar de diferente forma: incluir fichas de estudio para el repaso, esquemas, cambiar el método de repaso para superar la curva del olvido y afianzar la materia.
  • Controlar la ansiedad desmedida: trucos a realizar diariamente para, cuando lleguen los días previos, haberlo interiorizado de tal forma que sean efectivos. Acudir a un especialista si así lo necesitáis, no seríais los únicos.
  • Controlar el tiempo de estudio efectivo.
  • Conocer los puntos débiles y fuertes de la anterior convocatoria para poder reforzar aquellos aspectos con los que no os hayáis sentido seguros en alguna de las pruebas del proceso.

Podéis tomar la decisión que queráis, somos libres para ello. Pero que un mal resultado no os confunda. No importa el tiempo que tardéis, una vez que estéis dentro, nadie va a preguntar ( ni siquiera te preguntarás a ti mismo) cuánto tiempo  habéis tardado en sacarlo. Todos los caminos llegan al mismo lado, y, es un lado muy bonito que os merecéis y llegaréis a su debido momento. Tened en cuenta que sois válidos, capaces y que no era la última oportunidad, si no una de las que tendréis para demostrar TODO LO QUE OS MERECÉIS.

¡ÁNIMO Y TODAS LAS GANAS DEL MUNDO!

Nos leemos.

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